Vuelta al amarillo para la 2ª equipación de esta temporada, un color que nos trae buenos recuerdos de exitos anteriores. Diseño sobrio y elegante, sin filigranas ni adornos innecesarios y con tan sólo pequeñas concesiones al azul marino en cuello y costados.
Camiseta que ya está dentro del imaginario colectivo colchonero, y eso es así gracias a una de esas históricas noches europeas que nuestro equipo nos regala de vez en cuando.
El 26 de Abril de 2018, día en el que el Atlético de Madrid cumplía 115 años, nos desplazamos hasta Londres para enfrentarnos al Arsenal en el partido de ida de las semifinales de la UEFA Europa League de esa temporada. El encuentro se empezó a torcer muy pronto con la expulsión por doble amarilla del croata Šime Vrsaljko en el minuto 10 de partido. Como consecuencia de las protestas por tan temprana expulsión, nuestro entrenador, Diego Pablo Simeone, también resultó expulsado. La cosa terminaría de complicarse en la 2ª parte tras anotar Lacazette el 1-0 para los «Gunners».
Todo hacía pensar que el Atleti podría decir adiós a la eliminatoria ya en el partido de ida, pero los nuestros, poniendo en práctica un increíble ejercicio de resistencia, consiguieron no encajar ningún gol más y, por si eso fuera poco, terminarían empatando el encuentro por mediación de Antoine Griezmann en el minuto 82 de partido. El galo persiguió un balón imposible impulsado por José María Giménez casi desde su propio área, a priori toda la ventaja era para el defensa del Arsenal, el también francés Laurent Koscielny, pero el 7 atlético, con su empuje, consiguió superarle y plantarse mano a mano con el meta rival. Ospina consiguió rechazar el primer remate, pero no así el segundo, que se convertía de esta manera en un valioso empate que daba vida a los rojiblancos de cara al partido de vuelta en el Metropolitano. «Grizzi» vestía esta camiseta aquella mítica noche.